ADIOS Y GRACIAS SANTA ROSA

Con la noticia ya difundida que el Autódromo Henry Bradley Barnett del balneario de Santa Rosa ha sido vendida para realizar un complejo inmobiliario, una página importante de nuestra historia automovilística se cierra para dar paso a una nueva.

Inaugurado el año 1990 nació primero como una pista de rallycross, una franja de tierra afirmada con una parte pequeña de asfalto, en donde se llevó a cabo el primer campeonato de lo que hoy se conoce como Superprimes, mini campeonato sobre un circuito de tierra, teniendo como ganador al conocido Fernando «Tano» Martinez. Luego Proesde, la empresa dueña del Autódromo procedió a asfaltarlo en el trazado que todos conocemos, los proyectos de ampliarlo en extensión quedarán como parte de esta historia que se cierra.

Pasaron por su hoy trajinado asfalto, todas las categorías de circuito del país, desde la F3 Peruana y sus Crespi con motor Renault; los grandes prototipos y sus enormes cantidades de caballos de fuerza como el Ninja, el Mazda MX6 y los RX7; las monomarcas como la de los 4AGE tacneños, la Daewoo ó el Desafio Movistar; las de Turismo de Circuito hasta los propios autos de rally en superespeciales de Caminos del Inca y la 1ero de Mayo. Cursos de manejo, autocross, eventos de marcas, las motos y hasta los karts disfrutaron de sus instalaciones, es decir, fué un escenario inagotable para todo el mundo automotor .

 Jochamowitz, Dibós, Ferreyros, De La Flor, Pardo, Ibarcena, Orlandini, Galletti, Nash, Roca, Grimm, Ledgard, Alberti, Dasso, Porcari, Velit, Hemmerde, Vera, son solo algunos de los destacados que transitaron los 1580 metros de su extensión. Fué la cuna de los protagonistas de hoy como Kobashigawa, Gautier, Michelsen ó Polar y de la camada de reemplazo tambien como Fuller, Bertello, Ricci, Capamadjian, Hart, Pérez Albela, Espinosa ó Zucchi. Ha sido pues, el origen de nuestro automovilismo de circuito pasado, actual y parte del futuro tambien, es invalorable lo que hizo este Autódromo por la especialidad.

Para quienes han circulado por su asfalto, tratando de dominar el intrincado de sus curvas y los frenajes en desnivel;  para quienes han sido espectadores en esa gran tribuna natural y que disfrutaron de los duelos rueda a rueda, Santa Rosa como siempre lo llamaremos, tiene un lugar muy especial.

El cierra puertas de este escenario, da paso a la nueva generación de circuiteros que tienen en La Chutana, el Santa Rosa del mañana. A todos esos soñadores de ayer que hicieron realidad el sueño del Autódromo para Lima, nuestro eterno agradecimiento por lo que lograron construir, no solo este escenario que hoy despedimos, sino toda una especialidad que ha sobrevivido a todas las crisis por las que ha pasado, pisando fuerte el asfalto que extrañaremos mañana.

¡ MUCHAS GRACIAS SANTA ROSA !